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El 26 de junio de 1800, Napoleón Bonaparte, regresado victorioso de la batalla de Marengo, llegó a Turín para establecer una comisión provisional de gobierno, anexando el Piamonte a Francia por decreto. La primera decisión de Napoleón fue derribar las puertas y una parte importante de las murallas de la ciudad, salvando únicamente la Ciudadela. A todos los efectos, Turín desde 1800 hasta 1814 fue una ciudad francesa. Napoleón visitó la ciudad en otras ocasiones: en efecto, su primer viaje a la ciudad remonta a 1797, cuando el general de la Armée d'Italie de la época, pasó por ella durante el viaje a París después de haber firmado el Tratado de Campoformio.
En 1805, Napoleón se quedó en Stupinigi mientras se dirigía a Milán para ser coronado Rey de Italia con su esposa Giuseppina y, finalmente, ya emperador de los franceses, pasó por Turín en 1807, de regreso de una visita a las Provincias venecianas recientemente adquiridas. Fue en 1807, cuando firmó el decreto que autorizaba al municipio para construir un nuevo puente sobre el Po, a su cargo , en sustitución del de madera y piedra, que remonta al 1405 y que fue dañado por una inundación, (es el puente de la Gran Madre, 5 arcos de 150 metros de largo y casi 13 de ancho, iniciado en 1810 y terminado en 1813, conocido como puente Vittorio Emanuele I ya que fue finalmente inaugurado por este rey en 1814).
En la Biblioteca de Historia y Cultura de Piamonte, en Palazzo Cisterna, se puede encontrar muchos textos y documentos sobre la presencia de Napoleón en Turín: a modo de ejemplo, se pueden señalar los volúmenes Histoire de Bonaparte (París 1805), Histoire de Napoléon et de la Grande Armée (Reycend, Turín 1831) y Napoléon devant ses contemporains (Bruselas 1826), todos pertenecientes al Fondo Giulio. Entre las publicaciones modernas podemos encontrar Napoleone in Italia 1795, 1796 e 1800 que contiene la traducción de un manuscrito que se guarda en la Biblioteca Real, cuyo autor, Joseph François Marie de Martinel, fue oficial del ejército napoleónico durante las campañas de Italia. Las notas de Martinel están ilustradas por un dibujante contemporáneo, Giuseppe Pietro Bagetti.
Destacan también el hermoso volumen ilustrado Napoléon Bonaparte. La prèmiere Campagne d'Italie, de Tranié-Carmigniani (París 1990) y Napoleone e il Piemonte. Capolavori ritrovati, editado por Bruno Ciliento y Massimiliano Caldera, catálogo de una exposición celebrada en Alba en 2005, en la que se expusieron obras creadas por importantes artistas como Defendente Ferrari, Tanzio da Varallo, Bernardino Lanino, y que fueron sustraídas por Napoleón del territorio piamontés en su posterior expolio.
Entre los estudios históricos, se encuentran Torino napoleonica de Alberto Viriglio (Turín 1989, una reimpresión en Viglongo de la primera edición de 1905) y Napoleone in Piemonte de Mauro Minola (L'Arciere, Dronero 2007). Finalmente, hasta los papeles hablan: está la Capitulación entre la República Francesa y el Rey de Cerdeña firmada en Milán el 28 de junio de 1798, y procedente del Fondo Morselli, la Campana a martel pr' i piemonteis, la canción revolucionaria de Edoardo Calvo imprimida en Turín en el mismo año.